lunes, 17 de enero de 2011

Clara


La semana pasada fue fatídica: la vuelta al curro, los últimos coletazos de la gripe, mudanza en la oficina, malos rollos… superarla fue todo un logro. Pero esta semana me he planteado que no se vuelva a repetir lo de la anterior, para ello me he montado un ilusionante viaje a Londres para inicios de febrero y he decidido tomarme con el mejor rollo posible todo lo que vaya surgiendo durante estos siete días.

Y quien mejor que este señor para empezar de la mejor forma posible la semana. Desde hace ya algunos años, cuando publicó su primer disco en solitario (el homónimo Bart Davenport, tras su periplo en The Love Ones), soy fiel seguidor de todo lo que hace este californiano. Podríamos decir que es todo un artesano de la canción, por la sencillez, el calor y la luz que impregna a cada uno de sus temas. Juega con todos los elementos comunes y más puros del pop para tratar de alcanzar la canción redonda, perfecta, y vaya si lo consigue. Cada uno de sus discos es toda una gema musical capaz de amansar a los más fieros y todo le sale de forma tan sencilla y natural que cuando escuchas sus canciones podrías imaginarlo tocando en tu habitación o en tu comedor.

Quien escribe estos  párrafos ya lo ha visto tres veces en directo y no se aburre de seguirle siempre que nos visita.



2 comentarios:

  1. Su orimer LP es muy muy bueno. Me encanta. Lo recuperaré. Gracias por la recomendación. Y subscribo tus palabras, un artesano de la canción y la melodía perfecta.
    Saludos y que tengas unos felices siete días y un buen viaje

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  2. Gracias, estoy deseando que llegue el momento de ir a Londres.

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