martes, 31 de mayo de 2011

Los magníficos setenta


Recuerdo que me enganché bastante a Know by heart de The American Analog Set cuando se publicó, recuerdo que alguien me dijo una vez “si te gusta este disco no te pierdas sus trabajos anteriores”… pero no me preguntéis porqué pero hice caso omiso a este consejo y me olvidé un poco de esta banda. No volví a saber nada de ellos hasta que Andrew Kenny, su vocalista, formó The Wooden Birds y publicó su enorme Magnolia, otro gran disco que disfruté de lo lindo en su momento.

Hasta que, por casualidad, el otro día buscando información sobre la discografía de Dean Wareham en Allmusic (una web que recomiendo sin dudarlo a cualquier melómano que aún no la conozca), vi que entre una de las referencias a grupos similares aparecía la de The American Analog Set y de nuevo, vino a mi memoria Know by heart y el comentario de mi colega que me invitaba a oír sus discos previos. Así que, sin pensármelo dos veces, acudiendo a tiendas de discos y por otros medios, me hice con su toda su discografía.

Y os puedo asegurar que durante las dos últimas semanas, tres de cada cinco discos que ha sonado en ipod pertenece a los de Austin. Su personalísima forma de entender el pop, con sus maravillosas e infinitas canciones, llenas de bucles melódicos, psicodelia y ritmos imposibles, me ha sometido a una especie de hipnosis de la que de momento no me apetece nada salir.

Recomendables todos sus discos, pero especialmente The fun of watching fireworks (1996) y From our living room to yours (1997), del que proviene esta maravilla que es “Magnificent seventies”.




lunes, 16 de mayo de 2011

La última rosa viviente


Es una buena señal que a la hora de elegir una canción de una de las señoras más respetables del rock, me vaya a por una de su último disco, no por despreciar cualquier tema de sus trabajos anteriores, sino porque Let England Shake es tan bueno que merece pasar de inmediato a formar parte de la más laureada discografía de Polly Jean.

Let England Shake supone un nuevo giro en la versátil carrera de la artista, donde uno de los aspectos más destacados que se perciben reside en la obsesión por encontrar la canción perfecta, acudiendo al concepto de composición más clásico y menos experimental. Esto nos conduce al que quizá sea uno de los trabajos más honestos de PJ, con una producción más transparente y sencilla, sin restar ni un punto de valor a las canciones que lo integran, sino al revés, ya que recae todo el mérito del disco en la franqueza que transmite cada uno de los temas.

¡Y qué letras!

¡Condenados europeos!
Llevadme de vuelta a la hermosa Inglaterra
Y la gris, húmeda inmundicia de los siglos, y libros maltrechos
Y niebla flotando detrás de las montañas
Y en los cementerios, y capitanes de barco muertos.

Parece increíble pensar que un disco tan variado como éste, con una instrumentación tan rica, con los temas tan interesantes que trata (inclinación hacia la historia y la política), pueda resultar más directo y sincero que su trabajo anterior, White chalk, donde Miss Harvey tocaba a pleno pulmón con la única compañía de un piano.

¡Bravo por PJ Harvey, celebremos el mejor de los regresos que podía brindarnos!

Disfrutad de este genial video.