lunes, 31 de enero de 2011

Hojas



Antes de nada, me declaro fiel seguidor de este super cantautor de Seatle, que cuenta con uno de los más importantes e impresionantes cancioneros del rock alternativo. Pero sus canciones no son lo único que hace de Damien Jurado un compositor especial, la desnudez emocional con la que las interpreta, tanto en estudio como en directo, le han hecho destacar sobre el resto de cantantes con los que comparte circuito o algunas características.

Además, sus seguidores tenemos la suerte de que es un autor prolífico que suele darnos un disco cada año, o en ocasiones cada dos, organizando extensas giras por medio. Vamos, que es todo un “currito” del rock.  He tenido la suerte de verlo en varias ocasiones en directo, a solas con su guitarra o acompañado de una banda, pero sea como sea siempre ha conseguido emocionarme sin excepción.

Me ha costado mucho escoger el tema que daría nombre al post, aún no he encontrado una canción de alguno de sus discos que no me haya gustado, aunque, claro, uno siempre tiene sus favoritas. Entre éstas se encuentra esta bellísima y emocionante canción, “Sheets”, de su penúltimo disco Caught in the trees, que a pesar de ser un álbum de desamor, con un sonido más rockero, tiene, como siempre, espacio para canciones pausadas y desgarradoras que llevan el sello de la casa.

Habrá, seguramente, más post dedicados a Damien Jurado.

miércoles, 26 de enero de 2011

Los himnos del blanco invierno



La banda de Robin Pecknold canta como los ángeles. No es que sea religioso, no hace falta serlo para hacer esta apreciación cuando uno escucha coros tan bien ensamblados y tan bonitos como los que contiene el disco de los Fleet Foxes (que para este 2011 parece que tendrá continuación).

Para aquellos que disfrutamos de las buenas canciones en el sentido más clásico, el éxito de Fleet Foxes ha sido una grata noticia, sobre todo porque radica en once canciones y una puesta en escena donde, sin introducir demasiados elementos novedosos, se funde lo mejor del folk y el rock clásico, facturado con una deliciosa sensibilidad.

Para esta entrada del blog podría haber elegido cualquier canción del disco, no hay ninguna por debajo de otra y todas nos guían a través de una extraordinaria travesía, llena de bellísimas armonías, música cálida y exuberantes voces que le trasladan a uno a un paisaje lleno de montañas; campos verdes, incluso nevados; llanuras; noches a la intemperie con una buena hoguera…

En conclusión, Fleet Foxes es el disco perfecto para escuchar lo que resta del invierno.


lunes, 17 de enero de 2011

Clara


La semana pasada fue fatídica: la vuelta al curro, los últimos coletazos de la gripe, mudanza en la oficina, malos rollos… superarla fue todo un logro. Pero esta semana me he planteado que no se vuelva a repetir lo de la anterior, para ello me he montado un ilusionante viaje a Londres para inicios de febrero y he decidido tomarme con el mejor rollo posible todo lo que vaya surgiendo durante estos siete días.

Y quien mejor que este señor para empezar de la mejor forma posible la semana. Desde hace ya algunos años, cuando publicó su primer disco en solitario (el homónimo Bart Davenport, tras su periplo en The Love Ones), soy fiel seguidor de todo lo que hace este californiano. Podríamos decir que es todo un artesano de la canción, por la sencillez, el calor y la luz que impregna a cada uno de sus temas. Juega con todos los elementos comunes y más puros del pop para tratar de alcanzar la canción redonda, perfecta, y vaya si lo consigue. Cada uno de sus discos es toda una gema musical capaz de amansar a los más fieros y todo le sale de forma tan sencilla y natural que cuando escuchas sus canciones podrías imaginarlo tocando en tu habitación o en tu comedor.

Quien escribe estos  párrafos ya lo ha visto tres veces en directo y no se aburre de seguirle siempre que nos visita.



martes, 11 de enero de 2011

El retiro del escritor


Lloyd Cole siempre me pareció un gran compositor de canciones, aun recuerdo lo impactado que me dejó allá por los ochenta su flamante Rattlesnakes. Sin embargo, una de las mejores noticias con las que me encontré en el 2000 fue su recuperación musical esta vez ya sin toda esa producción y pomposidad tan característica de los ochenta. Primero vino el interesante Music in a foreign language, luego llegó Anti Depressant, un pelín más flojo pero también con grandes canciones, no obstante ha sido este 2010 con Broken record cuando Lloyd nos ha brindado su disco más redondo.

De hecho, su último trabajo es uno de mis discos de cabecera desde hace unos meses, primero fue la homónima “Broken record”, luego “The flipside” y “Oh Genevieve”,  y al final la que nos ocupa, “Writers retreat”, son las canciones que me han llevado a disfrutar de manera íntegra este álbum, en el que Lloyd ha logrado por fin casar con tan buena puntería su flema británica con la americana (reside en los EEUU desde hace ya algún tiempo).

Broken record es uno de esos discos que le reconcilian a uno con todo.


lunes, 10 de enero de 2011

Desnudos como vinimos


Hoy no es un buen día, regreso al trabajo tras las vacaciones y tras casi siete días enfermo, sin poder salir de casa, ni estar de humor para nada… Pero conviene calmar los ánimos y retomar la rutina diaria de la mejor forma posible. Así que la mejor opción que podemos escoger es tratar de hacer lo más agradable posible el entorno laboral en el que pasamos la mayor parte del tiempo. Primer paso a dar, ponernos a currar con música tranquila, evocadora, con el mejor rollo posible. Y para ello, que mejor que acudir a uno de los cantautores a los que más suelo recurrir en estos casos, mi querido Sam Beam, alias Iron & Wine.

“Naked as we came” es una de las más bellas canciones que ha compuesto el  de Florida, pertenece a su disco de 2004 Our Endless Numbered Days, uno de los más importantes de la  trayectoria. Con ella invita al oyente a viajar al origen de todo, cuando no disponíamos de nada más que lo esencial y prescindíamos de todo lo superfluo de lo que nos hemos ido rodeando. En conclusión, es una oda a la sencillez, a todo lo que de verdad importa, a los sentimientos más sinceros y desnudos. Nadie podría transmitir mejor todo esto que Sam, con su colorida y cálida voz, sin más acompañamiento que su guitarra y los sutiles coros de su hermana Sarah.

Todo parece mejor con esta canción.


lunes, 3 de enero de 2011

Recuérdame como acaba esto


Recuerdo que fue en el Tanned Tin donde vi por primera vez el nombre del grupo de Portland, Dolorean. Ese año tenía la intención de acudir a este festival y, por tanto, estaba muy interesado en escuchar algo de música de cada uno de los grupos que conformaban el cartel. La más grata sorpresa que me encontré fue, sin duda, la de descubrir a la banda de Al James, cantante, guitarrista y líder de Dolorean, que por entonces presentaba su estupendo y último disco hasta la fecha, You can’t win (2007). Aunque ahora está a punto de publicar un nuevo trabajo, creo que para el 18 de enero, llamado The Unfazed, con el que girara por nuestro país a mediados de febrero.

Cada uno de los temas que forman parte de You can’t win, tercero en la discografía del grupo, son una delicia. Todas las canciones se suceden sin grandes contrastes, son cortes bastante homogéneos, con un denominador común basado en las melodías, un sonido calmado y unas letras bastante poéticas. En “Heather reminds me how this ends” la susurrante y cálida voz de James parece flotar delicadamente por el aire acompañada sutilmente por el resto de instrumentos que intervienen en la canción. 

Me habría gustado dejar un video de mayor calidad, pero Dolorean no se prodigan demasiado en este medio y no me queda más remedio que insertar en la entrada lo único que he encontrado.

Para encontrar calor en este invierno.