martes, 28 de junio de 2011

El vestido te queda tan bien


Esta es una verdadera delicatesen para los amantes del folk, como prácticamente todo el resto del disco. Además, la publicación de Seven swans se convertiría en el presagio de lo que vendría a continuación, la que hasta hoy es su obra maestra, Illinoise, pues en este trabajo ya se dejaba entrever el gran talento de este compositor y multiinstrumentista de Detroit, llamado a romper con los esquemas más tradicionales del folk actual.

Todos los temas de este álbum, y “The dress looks nice on you” no es la excepción, son reflexiones introspectivas del autor sobre temas tan cruciales en la condición humana como la vida, el amor y la fe, por otro lado, recurrentes en la gran parte de su obra. Sin embargo, si en su obra posterior abogaba por suntuosidad musical muy evidente, en este disco se inclinaba por un minimalismo instrumental que aún enfatizaba más el carácter confesional de este trabajo.

Con más o con menos pompa, con mayor o menor arsenal instrumental, a un servidor el Sufjan Stevens que de verdad le gusta es el de discos como éste, Illinoise o, incluso, Avalanche, y no tanto el de sus obras más recientes y experimentales, donde, en mi opinión, se pierde la sutileza y esencia de sus mejores canciones.

Por cierto, no me queda nada para irme de vacaciones, si no vuelvo a escribir una entrada antes de marcharme, nos vemos de nuevo a finales de Julio. Un abrazo a todos y buenas vacaciones.


lunes, 20 de junio de 2011

Pueblo tranquilo


El disco al que pertenece esta canción no es el mejor de su carrera, ese lugar creo que podrían ocuparlo 1972 o Nashville, no obstante, Subtitulo no tiene desperdicio alguno. Se trata del trabajo más cálido y luminoso del compositor de Nebraska, aquel donde plasma el recién adquirido espíritu mediterráneo, gracias a su buena aclimatación a esta zona, debido en gran parte a su relación con la valenciana Paz Suay, con quien se fue a vivir al Levante casi de inmediato.

De este modo, el séptimo trabajo de Rouse, para el que de nuevo contó con la producción de Brad Jones, se gestó totalmente en su nuevo país de residencia, España, concretamente un poco más al sur de Valencia, en el Puerto de Santa María, Cádiz, haciendo uso del estudio del omnipresente Paco Loco. Toda la magia y la paz de este entorno se concentra en las diez canciones de Subtitulo, a través de letras intimistas, alegres, ensoñadoras, que hacen que este disco sea perfecto para estas fechas, para adentrarse en el verano. De ahí que haya escogido esta canción y no otra para incluir en este post, cuando estoy a un paso de tomarme un respiro para descansar y relajarme en tierras levantinas.

“Quiet town” nos cuenta como es su nueva vida, tranquila e idílica, en el “pueblo silencioso” (probablemente Altea, donde conoció a su pareja), vistiendo su música de una sencillez y una melancolía que es propia del lugar. A mí esta canción siempre me recuerda a mi tierra, Alicante, que es donde regreso en estas vacaciones.


lunes, 13 de junio de 2011

La madurez de Cass


Baltimore no solo es famosa por ser la ciudad en la que acontece la superserie The Wire, de allí también proviene uno de los cantautores independientes más destacados en los últimos tiempos, el señor Cass McCombs.

Tres discos nos ha regalado este peculiar compositor, cada uno enmarcado en un contexto vital del artista concreto, el último, que contiene la fantástica canción que he escogido, es sin duda el disco de madurez, no solo por la solidez compositiva que muestra el autor, sino también por la calma y la desnudez con la que se presentan cada uno de los temas. Wit’s end es un disco en el que Cass se desprende de complejos y conjeturas, y da rienda suelta a los sentimientos, ¿el resultado? Quizá uno de sus discos más irregulares, pero el que incluye alguna de sus canciones más emotivas y honestas de su discografía.

Entre todas estas, “County line” es, fuera de dudas, la mejor, una auténtica maravilla, digna de convertirse en un clásico desde ya. Por cierto, un servidor ha tenido la oportunidad de verlo en su reciente gira por España, presentando su último disco, y os puedo asegurar que suena realmente bien, con una banda compacta que consigue aún ensalzar más sus temas más recientes y, por supuesto, los de siempre.


lunes, 6 de junio de 2011

Re: Stacks



Que escribió el disco a solas en una cabaña, que lo escribió triste, con despecho porque le dejó su novia… todo esto son datos que no tienen ningún valor, que podrían ser fruto de una elaborada promoción, sin embargo, cuando uno se coloca los auriculares en sus orejas y reproduce este álbum, todo cobra sentido de inmediato porque nos encontramos ante un trabajo repleto de esa magia que le atrapa a uno y le sumerge dentro del particular exorcismo que lleva a cabo Bon Iver con este álbum.

Desde la primera hasta la última canción suenan con una franqueza y una desnudez inéditas hasta la fecha, su finalidad es clara y tres conceptos sobrevuelan todas las canciones, dolor, soledad y redención, todo expresado de forma confesional, lo que permite al oyente adentrarse en la vertiente más íntima de la vida de Justin Vernon, su autor.

Su voz en ocasiones susurra, canta en falsete o se multiplica, a veces se puede percibir su respiración e incluso como está a punto de quebrarse, pero no suena dramático, ni exagerado, sino sincero y cercano, mostrando en su propia fragilidad aquellos sentimientos universales que a todos en algún momento nos han sobrecogido.

“Re: Stacks” es quizá la canción que mejor representa todo lo dicho hasta ahora.

Por cierto, si quedas atrapado en este disco, For Emma forever ago, ya puedes disfrutar de su recién publicada continuación, el homónimo Bon Iver, sin duda otra delicada y maravillosa genialidad de este autor.