lunes, 25 de marzo de 2013

The London Clay



Se suponía que esta entrada se la iba a dedicar a mi admirado Jason Molina, fallecido como ya sabréis hace una semana, pero aunque su legado es enorme y sin duda merece el post con urgencia, sé que su muerte acabaría produciéndome cierta tristeza y estando a viernes, a unos días de las vacaciones de Semana Santa, la verdad es que prefiero evitarlo.

Por eso, aprovecharé para dejar algunas impresiones de un compositor al que vengo siguiendo desde hace algún tiempo y del que hasta hace poco no sabía gran cosa. Se trata de Peter Bruntnell, nacido en Nueva Zelanda, pero de familia originaria de Gales. Todo un trotamundos desde bien joven, con paradas además en Canadá y en Inglaterra, donde acabó residiendo de forma prácticamente permanente. En este último país formó la banda Milkwood, que no duró demasiado tiempo, desembocando en el inicio de su carrera en solitario. En 1995 firmó contrato con Almo Sounds para publicar su primer disco, Cannibal, muy cercano al power pop. A este le siguieron Camelot in Smithereens (1997), Normal for Bridgwater (1999). Este último disco, ya en el sello Slow River, donde le acompañaron músicos de la banda Son Volt, con quienes compartió el escenario más de una vez, le propició muy buenas críticas y le permitió estrechar lazos con el público americano.

Tras alcanzar cierto reconocimiento (aunque nunca el suficiente), llegaron Ghost in spitfire (2005), Peter and the murder of crows (2008), con un impacto bastante más discreto, pero no por eso peores. Sin embargo, personalmente, creo que su mejor obra, junto al ya citado Normal for Bridwater, no llegaría hasta el 2011, con Black Mountain UFO, un disco que le vuelve a situar entre los más destacados compositores de la escena pop-rock actual. Este disco es una de las mejores colecciones de canciones de ese año, con temas que oscilan entre el rock, el folk y el pop de guitarras que tan bien le sienta a su personal y suave tono de voz. Excelente el arranque con “St. Cristopher”, “Bruise on the sky” o la bellísima “Drive away”, sin duda, una de mis favoritas.

Los más afortunados ya han podido oír su nuevo disco, Ringo woz ere, donde se incluye esta estupenda canción que os dejo como adelanto. ¡¡Buenísima!!