No soy de los que reniegan de lo que escucharon en el pasado, creo que no hay nada de lo que renegar. De hecho, hay muchas cosas que oía antes (estoy hablando de hace 20 años, sí, ya tengo mi edad, sí) en mi radiocasete o en mi tocadiscos y ahora siguen sonando en mi iPod con casi la misma frecuencia.
Dicho esto, ya puedo decir que uno de los grupos que permanecen en mis listas de reproducción, son los inquebrantables Pearl Jam, que actualmente está en boca de todo el mundo porque su primer disco cumple 20 años, el mítico Ten, y porque, además, recientemente se ha estrenado un documental, dirigido por el melómano Cameron Crowe, para conmemorar este aniversario. Toda una alegría para seguidores como yo, que siempre les consideró la banda más sólida y de más talento de cuantas aparecieron en el denominado movimiento grunge (aunque la verdad es que a mí esto de los movimientos me parece una tontería), siempre por delante de otros como Nirvana, que aunque también los disfrutaba, no lo hacía del mismo modo.
Haciendo un repaso de su consolidada trayectoria, cabe distinguir dos periodos, un impactante primer ciclo, donde arrastraron a un gran sector de fans de Nirvana y de rockeros, en general, hacia su música, con canciones más contundentes y orientadas a atraer a ese nuevo público que se estaba formado; y otro periodo ya de consolidación, donde se alejaban más de ese sonido más duro para explorar vías más experimentales dentro del marco del rock, una de las primeras tareas, reivindicar la figura de Neil Young como gran pater de todo lo que se consideraba alternativo, tanto en Seattle como en todos los EEUU. En la transición entre un periodo y otro, se encuentra el que para un servidor es uno de sus mejores discos, Vitalogy, que incluye muchas de mis canciones favoritas de la banda. Que conste que otros discos como Ten, Versus, Pearl Jam, Binaural o Backpacer me parecen todos muy meritorios para estar entre los mejores.
De entre todos los temas, me quedo casi por capricho con este “Better man”, espectacularmente trasladado al directo. ¡Sencillamente brutal!
Y no digo mucho más de Pearl Jam o de Eddie Vedder, al que ya dedicaré una entrada para él solo. Y perdonad que resuma tanto la carrera de esta gran banda, pero es que no me gusta enrollarme mucho