En este dueto entre Scout Niblett y Will Oldham, que aparece en el disco This fool can die now de la primera, se pueden vislumbrar muchas cosas: un matrimonio perfecto de voces; un vídeo oscuro y a la vez divertido hecho a medida de los dos artistas; la complementariedad de la personalidad desgarradora y sincera de la inglesa, y la versatilidad y el genio del americano; pero, ante todo, una enorme y evocadora canción que no se concibe sin la presencia de cualquiera de los dos cantautores. De hecho, tuve la oportunidad de ver a Scout cantarla sin Will y, a pesar del gran concierto que dio, a esta canción en directo le faltó claramente el alma de la grabación.
Además, confieso que descubrí a esta artista a través de este tema, gracias a que lo pincharon en Radio 3, y aunque en un principio Scout me recordaba demasiado a una versión folk de PJ Harvey, poco después pasaría a formar parte de mis lista de solistas favoritas gracias a su personal forma de cantar y a su particular modo de entender el rock.
Otra canción a la que regreso cada cierto tiempo.
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