martes, 27 de diciembre de 2011

Tú eres mi sol



Escojo esta canción para retomar mi actividad en el blog porque es muy significativa en el momento que estoy viviendo ahora. Por un lado, pertenece a uno de mis cantautores de cabecera, el maestro Mark Kozelek, esta vez bajo el pseudónimo de Sun Kil Moon, músico al que sigo desde hace muchos muchos años, un fijo en mis listas de reproducción, bien con Red House Painters, con los citados, con su nombre de pila o en colaboraciones tan suculentas como las de Desertshore. Por otro lado, el disco al que pertenece esta canción es el que más le pongo a mi recién nacida hija, hace tan solo una semana, para que se tranquilice y duerma a pierna suelta, y parece que funciona a las mil maravillas, y así, además, padre e hija disfrutan de un momento maravilloso en el que la niña duerme arrullada con buena música y yo la miro con la mejor banda sonora que uno le podría poner a este momento.


Admiral fell promises es un disco atemporal, un álbum de sonido clásico, que sin embargo supone una nueva vuelta de tuerca para su autor, que otra vez con la sencillez y la belleza como estandarte, encuentra en la guitarra clásica la herramienta perfecta para hacer universales sus melodías y sus hermosas letras, verdaderos poemas. “You are my sun”, quizá no sea la mejor canción del disco, aunque sí una de las más tiernas y dulces, irradia amor en cada uno de sus acordes y versos, por eso de inmediato la asocie a mi preciosa hija.


Me disculpo por anticipado si me pongo en próximos post especialmente moñas, pero ahora estoy viviendo este momento y me es imposible mostrarme  de otra forma, espero que lo entendáis. Gracias por seguir visitando este blog de música y vivencias personales asociadas, de esto va Sintonía de la mediatarde. Felices fiestas a todos.




2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu paternidad, David. Como padre melómano que soy, entiendo perfectamente este post, a mi primer hijo lo he sometido (y continúo con la tarea) a todo tipo de sonidos subversivos con tal de que su cerebro no se vea nunca invadido por la radiofórmula y sus terribles efectos secundarios. Compartir una preciosa canción, como por ejemplo "You are my sun", con tu recién nacido hijo, es una inexperiencia inenarrable, que sólo puede entender y valorar aquel que es o ha sido padre. Es inevitable pretender inculcar algo tan personal como tus gustos musicales a tu propio hijo, aunque luego nadie nos garantiza que cualquier ritmo aberrante no sea capaz de sorberle la sesera. No obstante, qué importa el mañana cuando se disfruta de un instante como ése: tu hija, tú y esa canción, entonces sientes realmente que se detiene el mundo. Disfruta todo lo que puedas, ¡ah! y no le des cancha a todos esos agoreros que se empeñarán en enumerarte todas las complicaciones y tragedias domésticas que vas a vivir a partir de ahora; no estará la cosa tan mal cuando algunos repetimos ¿no? Lo dicho, que me alegra muchísimo la noticia y que estoy seguro de que estas fiestas van a ser muy especiales para vosotros. Un fuerte abrazo, compañero.

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  2. Muchas gracias amigo binguero!! Compruebo que esto que estoy viviendo tú ya lo has recorrido, la verdad es que sí que siento que tengo el gusto y casi la obligación de transmitirle a mi hija aquello con lo que su padre más disfruta (aparte de con ella), que es sin duda la música, en primer lugar, luego el cine, la literatura.

    Hago caso de todo lo que me dices acerca de disfrutar de mi hija, los primeros días han sido cansados pero fantásticos, así que no haré caso de agoreros. Gracias por tus consejos, un abrazo.

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