jueves, 22 de marzo de 2012

Un hombre sensible


¡Qué queréis que os diga! ¡Mister Lowe envejece como el buen whiskey! Sus canciones más recientes nacen de un riguroso proceso de trabajo propio de un artesano de la música, que se dedica en cuerpo y alma a pulir sus composiciones hasta alcanzar la perfección.

No voy a negar que siempre he sentido simpatía por el de Woodchurch, pero mi admiración ha ido en aumento desde que su trayectoria musical se ha ido dejando llevar por su amor hacía la tradición musical americana. Pues desde que allá por el 2001, cuando fichó por el sello independiente Yep Roc, y firmó la carta de intenciones que suponía publicar un disco como The Convincer, Nick no ha tenido reparos en liquidar esta deuda que sentía que tenía pendiente con sus principales influencias musicales.

Si At my age marcaba una cima en su discografía, que coronaba al británico como uno de los más brillantes crooners del rock adulto actual, su reciente The old magic supera sin duda a su predecesor, ya que contiene temas aún más redondos y muestra al autor británico satisfecho de haber materializado sus propósitos en este último disco.

“Stoplight roses”, “Sensitive man”, “I read a lot”, “Restless feeling” o la fragante versión de “The poisoned rose” de su colega Elvis Costello, entre otras, son las muestras más evidentes del estado de gracia en que se encuentra un Nick Lowe, que parece disfrutar a sus 63 años de la música como nunca lo ha hecho.


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