lunes, 28 de marzo de 2011

El tiempo es un león


El nombre de Joe Henry se ha convertido en uno de los más sólidos del rock actual, tanto por su faceta de productor como por la de solista. Cuenta con una amplia discografía que ha ido publicando desde los años 80 hasta hoy. Sus primeros discos pasaron bastante desapercibidos, pero son los más recientes los que le han servido de trampolín para darse a conocer mundialmente, Tiny voices, Civilians y Blood from stars.

Aunque su último disco, Blood from stars, es buenísimo, su trabajo anterior, Civilians, me parece difícil de superar. Aún recuerdo cuando me encontré frente al disco por primera vez y contemplé su fascinante portada, una espectacular foto de John Cohen, sólo con esto ya sabía que estaba ante algo grande. Algo que no tarde en comprobar tras escuchar solo unos minutos más tarde las primeras canciones, “Civilians”, “Parker’s mood”,  “Civil war” o la que nos ocupa en esta entrada, “Time is a lion”, todas ellas de una belleza e intensidad inmensa.
“Time is a lion” representa brillantemente todo lo que define a este super artista de Carolina del Norte, en este tema se fusionan algunos de los géneros que, gracias a su perfil de productor, ha logrado dominar perfectamente: rock, blues, soul e, incluso, jazz.

Os dejo una entrevista reciente que se le ha hecho en Ruta 66.

Uno de los grandes.


lunes, 21 de marzo de 2011

Extraña geometría


Otra de esas bandas delicatesen que siempre me acompañan en el iPod donde quiera que vaya son The Clientele. Aunque inicialmente se incluyó la música de los londinenses en el mismo saco que la de, por ejemplo, Galaxie 500 o, incluso, My Bloody Valentine, pronto empezarían a desmarcarse de estos dando un giro hacia sonidos más preciosistas y exuberantes, alcanzando auténticas cumbres creativas como Strange Geometry, disco del que sale está maravillosa canción que tocan en directo.

Pero lamentablemente todo llega a su final y este 2011 el grupo ha confirmado su separación, tras publicar el enorme Bonfires on the heath y el nada desechable, Minotaur (EP). De este modo, su última formación constituida por Alasdair MacLean (principal compositor, voz y guitarra), la élfica Innes Phillips (violín y otros instrumentos), James Hornsey (bajo) y Howard (percusión), se disgrega de forma definitiva. Pero como no todo pueden ser malas noticias, se empiezan a anunciar nuevos proyectos que desde ya suenan muy interesantes, como el del inquieto Alasdair con Amor de Días, junto a Lupe Núñez-Fernández de Pipas.

Por mi parte, tengo la seguridad de que las melodías de The Clientele seguirán por mucho tiempo siendo la banda sonora de los momentos más deliciosos de mi vida.



lunes, 14 de marzo de 2011

No más asuntos


La canción es una maravilla, el video una obra de arte y de Tindersticks a estas alturas qué puedo decir…  Se trata de un auténtico temazo perteneciente al álbum II, que representa por sí solo todo lo que define la música de la banda de Nottingham, melancolía, romanticismo, elegancia, suntuosidad, oscuridad y esa atmósfera tan literaria que generalmente recrean las letras de Stuart Staples, y que tan bien queda representada en este video.

Uno puede imaginar, tras escuchar “No more affairs”, que hasta al mismísimo Leonard Cohen le habría gustado escribir esta canción. De hecho, cada fotograma de este video podría servir para acompañar visualmente una de las más notables composiciones del genio canadiense, “Dance me to the end of love”. Una pareja bailando a solas en un salón desierto, la ternura de dos cuerpos unidos por la complicidad de la música, la voz quebrada de Staples recitando al oído de su pareja los versos de esta canción, las pausas, las sombras, los arreglos orquestales… todo hace que este tema se sitúe en lo más alto de la cumbre creativa de un grupo de una férrea identidad  dentro del panorama musical, que hasta hoy no ha dado ni un solo paso en falso.

La belleza hecha música e imágenes.



lunes, 7 de marzo de 2011

El mono


Low son una de esas bandas que te gustan desde el principio, pero que con los años acabas amándola. Aunque podemos decir que el grupo cuenta con un sonido muy personal desde sus primeros trabajos, es en The great destroyer donde se abrazan de forma definitiva a esa sensibilidad y esa intensidad tan características de ellos. Para alcanzar este sonido del que hablo, no dudaron en romper esquemas y buscar nuevas fórmulas para su música, cuya experimentación llegó al límite en su disco Drums and guns, pero logró su máxima expresión en The great destroyer. Gracias a temazos como “Monkey”, donde los sintetizadores y la percusión trazan la oscura senda por la que caminan las voces de Mimi Parker y Alan Sparhawk, que suenan más rotundas y hermosas que nunca.

Podríamos hablar de otras canciones de este disco que merecen, casi tanto como ésta, aparecer en el blog, como “California” o “Everybody’s song”, pero, siendo Low una de mis bandas favoritas, no quiero perder la posibilidad de hablar de cualquiera de sus temas en otro post.

Deseando que salga su próximo disco, del que ya han adelantado su nombre C’mon y su primer single “Try to sleep”.